Peatones, bicicletas, coches y autobuses se entrelazan en las concurridas vías urbanas. Los semáforos en las intersecciones afectan la seguridad de la conducción, el flujo del tráfico y la capacidad. Para lograr una solución de tráfico eficaz que no sólo garantice la seguridad sino que también mejore el flujo de tráfico, se requiere un sistema de control de flujo de tráfico preciso para gestionar el movimiento y el flujo de vehículos en toda la ciudad. 
El sistema consiste en la instalación de infraestructura de tráfico en la carretera, en concreto semáforos, detectores y controladores, y la gestión de los datos recopilados para proponer soluciones adecuadas para facilitar el tráfico. 
En el sistema de gestión del flujo de tráfico en tiempo real, los movimientos de los vehículos se capturan con una red de sensores inteligentes, que se colocan en lugares estratégicos de las calles, carreteras y autopistas de la ciudad. Los operadores urbanos y de carreteras recopilan de forma inalámbrica información sobre el tráfico y pueden visualizar y analizar los resultados para gestionar mejor el flujo del tráfico.
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